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28/1/08

Para algunos autores las Consecuencias Lógicas también entrañan elementos negativos, que intentan superar.

Piensan que las Consecuencias Lógicas son castigos camuflados.

La principal característica que critican de las Consecuencias Lógicas es que miran hacia atrás, no hacia adelante. Es decir, se centran en el pasado haciendo que los niños sufran las consecuencias de sus errores.

Pero el hacer que los niños se sientan mal no garantiza que se vayan a portar mejor en el futuro. Es posible que, como los castigos, solo les provoque resentimiento y que además intenten que la próxima vez “no se les pille”.

Si esos especialistas en educación no están de acuerdo con las Consecuencias Lógicas, y mucho menos con los castigos, ¿qué alternativa plantean?

Defienden el enfoque basado en las Soluciones.

Esta orientación considera el error del niño o su mal comportamiento como una oportunidad para aprender. La idea es buscar soluciones que ayuden al niño a no cometer de nuevo el mismo o parecido error.

Cuando los adultos cometen un error también pueden adoptar una estrategia similar.
Pongamos por caso, el olvidarse en casa las llaves de la puerta y no poder entrar.
Reacciones negativas a este contratiempo, y que se enfocan hacia el pasado, serían buscar un culpable, hacerse autoacusaciones, deprimirse por lo que ha ocurrido…, etc.
Una reacción más positiva es la que intenta buscar una solución para que no vuelva a ocurrir el mismo problema (por ejemplo, dejar una copia de llaves en el coche, o en casa de un familiar, etc.).

Ese es el espíritu del enfoque centrado en las Soluciones.

Lo que se defiende es dialogar con el niño y juntos buscar una manera de mejorar, buscar una solución, ya sea algo que impida que se produzca otra vez el error, o bien algo que facilite una respuesta más adecuada.

Mejor, que el la decida, porque así se implicará más en que la solución funcione.

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